Ir al contenido principal

Polis y política. 09.05.2019.


Se trata del apremio de ocuparse de las ciudades en tanto artefactos y no apenas de sus habitantes, considerando que hoy estos están inevitablemente unidos a ellas pues ya más de la mitad de la población del mundo vive en ellas y la mayoría de los demás dependen de ellas. Y mucho más en Colombia donde ya son cerca de tres cuartas partes, como resultado de un país que pasó en menos de un siglo de ser fundamentalmente campesino a serlo de ciudades cuyo rapidísimo crecimiento ha sido improvisado y ya hay cuatro muy extensas,  generando nuevos ciudadanos que no han tenido el tiempo ni la educación apropiada para poder serlo de verdad, y así poder participar acertadamente en su política.
  Además las ciudades enfrentan la amenaza del cambio climático, al que contribuyen en su mayor parte, la sobrepoblación y su crecimiento y extensión sin orden. Desorden que afecta mucho más el comportamiento, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de lo que comúnmente se cree. El hecho es que casi todo lo malo pasa en las ciudades, en las que la corrupción, la violencia, el robo y el atropello son pan de cada día, y la pobreza del entorno urbano empobrece aún más a los pobres. Y lo bueno solo lo es para unos pocos que insisten en gozar su relieve, vegetación y clima: sus paisajes, los que muchos, pobres, no miran o no saben cómo hacerlo; o vivir la animación de una plaza o un parque.

  La alternativa a estas ciudades innecesariamente extensas y caóticas es sin mayor duda generar varias ciudades dentro de la ciudad, entendidas como centralidades peatonales, y así poder recuperar el espacio urbano público para la gente, desestimulando el mal uso constante de toda clase de vehículos. Mas es indispensable contar con andenes apropiados, es decir amplios, llanos, libres de obstáculos y arborizados, y un buen sistema de transporte público multimodal e integrado que vincule dichas centralidades y no se vuelvan guetos, sumándose a los que ya existen. Es decir, que se trata de una propuesta política y no solo urbana, las que por lo demás siempre son políticas.

  Además hay que entender que la corrección de su diseño urbano tanto técnico como formalmente es clave para su buen funcionamiento, y que la pertinencia y calidad de la arquitectura que lo conforma es básica para una mejor calidad de vida, y por lo tanto un asunto claramente político y no solo urbano y arquitectónico, lo que pocos ven. Como lo es también el eliminar el ruido ajeno o impedir la alteración caprichosa de fachadas, antejardines y andenes, o impedir los usos del suelo contradictorios con la vivienda, principalmente, pues la delincuencia no es apenas la que es contra la gente si no también la que se da contra la ciudad, y que además están con frecuencia estrechamente relacionadas.

  Pero por supuesto primero hay que resolver la incompatibilidad actual entre planeación y propiedad privada, fatal para las ciudades, ya que no pude ser el único factor a considerar al tratar de planificarlas en función de sus habitantes y no solamente del capital. Es decir, un asunto claramente político, para el que son precisos políticos no sólo conscientes de lo que implica la democracia en la ciudad, sino igualmente conocedores de las ciudades y no apenas de los ciudadanos. Que tengan presente que polis y política tiene el mismo origen desde la Grecia clásica, y pensar en los países nórdicos en educación, economía, competitividad, derechos civiles, calidad de vida y desarrollo humano.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d