Ir al contenido principal

Vergüeza. 11.09.2008

Que vergüenza la inseguridad de Cali. Imperdonable la falta de vigilancia adecuada del Palacio de Justicia, blanco evidente del terrorismo. Deplorable la pusilanimidad de los terroristas, el saqueo posterior al atentado y el decir ahora que lo convertirán en un centro comercial para vendedores ambulantes. Irresponsable la falta de vigilancia de las estaciones del Mio, que se han debido instalar de último, y su equivocado diseño. Pese a su  altísimo costo facilita la vandalización, robo o daño de muchas de sus partes, como ya ha pasado. Que decepción las obras del Mio, casi todas mal diseñadas, construidas y terminadas, y ya medio desbaratadas, como los jardines y los separadores, o los pasos pompeyanos cuya torpe localización impide que muchos sean usados. ¡Y que tal la Calle 13!
          Que vergüenza el pésimo ejemplo de los motociclistas de la Policía que andan por los andenes, o en contravia o se pasan los semáforos en rojo. Y, claro, los muchísimos conductores que hacen lo mismo y que además no tienen ni idea de manejar, y los taxis que circulan desocupados contaminando y congestionando las vías. Que atropello el de los atarvanes que le tiran sus vergonzosos “carrotes” a los demás y los trepan a los andenes y botan por la ventana su basura a la calle. Y los buses que hacen lo que se les da la gana, y que humillación que sean camiones carrozados y no buses, y que nadie se de por enterado. Y que tal las busetas (y su nombre) y ni se diga la plaga de los motociclistas, por que el problema de Cali es la desconsideración con los demás todo el día en todas partes.    
          Que vergüenza sus andenes que hacen aun mas vergonzosos los costosísimos cruces a dos niveles que casi no se usan, y que se siguen haciendo para beneficio solo de los contratistas y el “cvy”, en lugar de poner semáforos sincronizados y construir aceras de verdad. O tapar  los huecos, que cada vez son mas y mas profundos mientras que los policías acostados son cada vez mas altos por lo que hay necesidad de retíralos apenas puestos. Que pena nuestra antitécnica y peligrosa señalización vial, y la carencia de luces para los peatones en muchos de los semáforos, y su escasísimo numero en la ciudad, pero sobre todo que no tengan tiempo para los peatones. Y que tal los semáforos peatonales que siguen funcionando aunque ya no haya nadie, como pasa enfrente de algunos colegios.
          Que vergüenza la total falta de control de las autoridades de lo que se construye o demuele aquí. La invasión de los parques. El abandono de Cañasgordas (ya se derrumbo parte de su bello trapiche). Que falta de visión el desmantelamiento poco a poco de la casa de El Peñón en donde estuvo una hacienda del mismo nombre que fue propiedad del papá de Isaacs y en donde se dice que termino María. Que irresponsabilidad el desperdicio de agua potable y energía de nuestros edificios, y la de las autoridades que no obligan a que sean bioclimaticos. Que asco la mugre por todas partes, y que feas las vallas, tan grandes como vulgares, y el desorden visual que las rodea. Que vergüenza que no use para nada lo único recto que le quedaba a Cali que es su corredor férreo. Que desesperante su ruido ensordecedor y que mentira que se lo confunda con la felicidad.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d