Ir al contenido principal

El patrimonio cultural. 24.06.2021

        Como lo precisó Fernando Chueca-Goitia “el Cristianismo, el Idioma y la Arquitectura son los tres grandes legados que España ha dejado en este vasto continente" (Invariantes castizos de la Arquitectura Española / Invariantes en la Arquitectura Hispanoamericana, 1979). El español, junto con el portugués (iberoromances muy relacionados), ya son a inicios del siglo XXI las segundas lenguas nativas más habladas después del Mandarín. Y la arquitectura de tradición hispanomusulmana, con algunas técnicas aborígenes y el trabajo de esclavos africanos, es lo mejor de muchas ciudades y campos en Iberoamérica; e incluso en el suroeste de Norteamérica que fue parte de México.

        Por eso María Dueñas en su novela Misión Olvido, 2012, (el permanente encuentro y reencuentro de dos lenguas y dos mundos) describiendo las ruinas de San Francisco Solano, popularmente conocida como Sonoma, una de las 21 misiones a lo largo del Camino Real en California, dice que era: “Simple, blanca, austera [con] tejas de barro [y] el sol contra la cal.” Luego señala que “poco quedaba en pie del edificio original [pero] permanecían la estética, el alma y la estructura…” Y concluye señalando que “el sitio rebosaba encanto y provocaba sosiego a la vez [pese a sus] muros desplomados, techados a punto del derrumbe o en la mera ruina.” (pp. 341 y 342).

         Es el encanto y el sosiego que se vive en las casas de hacienda que aun quedan en el valle alto del río Cauca. Si Diego Angulo llamaba con razón a La Nueva Granada "La Mudéjar", Cali con su Torre Mudéjar era la más mudéjar. Es muy sugestiva la evidente presencia hispanomusulmana y bereber en el Alto Cauca palpable además en las monturas y aperos de caballos, dulces y comidas, palabras y acentos y algunos comportamientos y tipos humanos; y por supuesto en la antigua tradición de correr toros en la Plaza Mayor y en el ojalá (del árabe: wa-sá Alläh: y quiera Dios) de uso común en la región, o zaguán (del árabe hispánico: istawán) ese sutil espacio entre la ciudad y la casa.

       Igual es el caso del no tan viejo barrio de San Antonio en Cali con su urbanismo tradicional en damero, la proximidad de la Colina de San Antonio con su bella capilla colonial arriba y la vista que desde ella se disfruta de la ciudad y del cerro de Las Tres Cruces y atrás el de Cristo Rey; sus tradicionales tiendas de esquina, algunas cafeterías populares, unos pocos buenos restaurantes y la austera arquitectura de sus locales. Todo lo cual, junto con los turistas extranjeros que lo seleccionan para sus estadías, lleva a los verdaderos habitantes del barrio a sentirse allí y al mismo tiempo en otras partes de los dos continentes, lo que constituye otra más de las sorpresas de San Antonio.

     El patrimonio cultural, dice la UNESCO, es la herencia cultural propia del pasado de una comunidad, con la que ésta vive en la actualidad y que transmite a las generaciones presentes y futuras. Y el patrimonio arquitectónico, por su parte, es un edificio, un conjunto de edificios o sus ruinas que, con el paso del tiempo han adquirido un valor que va mucho más allá del encargo original, y que puede ser cultural, emocional, físico o intangible, histórico o técnico. Por eso, como dice Kenzo Tange: "Lo único que sabemos de la ciudad del futuro es que nos tocará convivir con las ruinas del presente" las que en Cali no rebosan encanto ni provocan sosiego como las del colegio de la Sagrada Familia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d