Ir al contenido principal

La ciudad del Mirador. 17.06.2021

        Resumiendo lo ya dicho en columnas anteriores en El País y Caliescribe, para acertar en lo que se piensa hacer con el Mirador de Belalcazar es preciso analizarlo primero en sus tres aspectos más relevantes, y hacerlo por separado para pasar después a verlos conjuntamente, considerando que están interrelacionados entre si, y así poderlos valorar sumándoles por supuesto otros aspectos que surgirán con seguridad, como el de su área de influencia y la reglamentación urbano arquitectónica respectiva.

       Este Mirador es un muy  importante hito urbano de Cali, que identifica un lugar en la ciudad y a esta misma, y que está en la memoria colectiva de todos sus habitantes y que sus visitantes recuerdan y lo asocian con la ciudad, y de ahí la importancia de conservarlo como tal. Lo mismo que los cerros de Las Tres Cruces y Cristo Rey por algo llamados tutelares, y es pertinente señalar que el cerro de La Banderas no constituye un hito, precisamente porque carece de un monumento que lo destaque.

        La estatua que identificaba al Mirador, realizada por el escultor español Victorio Macho (Palencia 1887-1966 Toledo) muy reconocido entonces, y erigida en 1937 en el cuarto centenario de la fundación de Santiago de Cali, tiene un valor artístico, más allá de sus connotaciones estéticas, ya que es representativa de un momento de la historia del arte como uno de los precursores de la escultura contemporánea española, y un ejemplo de la arquitectura de los espacios urbanos y sus monumentos.

      El carácter simbólico del Mirador es el de un homenaje al fundador de Santiago de Cali y no a Sebastián Moyano (Belalcazar 1480-1551 Cartagena de Indias) cuya vida es lo que habría que explicar con hechos históricos comprobables de nuestras varias transculturaciones, que el DLE define como la recepción de formas de cultura procedentes de otra y que sustituyen de un modo más o menos completo a las propias, por lo que juzgar esos hechos con criterios actuales sólo crea más confusión.

        En consecuencia, lo procedente es cambiarle el nombre a Mirador de Cali, considerando que desde allí se puede contemplar buena parte de la ciudad, el amplio valle alto del río Cauca, a sus lados las Tres Cruces y Cristo Rey y atrás la Cordillera Occidental con sus altos farallones coronándola; y poner alrededor del pedestal placas explicativas de la fundación e historia de la ciudad, de su fundador, del monumento mismo, del vandalismo que sufrió y del porqué este llevó al cambio de su nombre.

      Por eso hay que reintegrar la estatua y levantar allí mismo otras a los indígenas y los esclavos africanos, constituyendo de esta manera el renovado Mirador de Cali un monumento al mestizaje de la gran mayoría de los colombianos cinco siglos después de la llegada de los españoles, de los que quedaron, además de la religión, las ciudades, la arquitectura y la lengua, la que precisamente nos permite expresarnos y comprender a los demás, aspectos fundamentales para poder debatir.

       Como dice el DLE, un monumento es una obra pública en memoria de alguien o algo, y con los años puede pasar a ser considerado un bien de interés cultural, BIC; una herencia cultural propia del pasado de una comunidad, con la que esta vive y que transmite a las generaciones presentes y futuras, dice la UNESCO. Lo que es de gran importancia en una ciudad que crece tanto y tan rápido como Cali, para que sus gentes se identifiquen con ella y se respeten entre ellos y a su ciudad común.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...