Ir al contenido principal

Insistir. 29.09.2021

Siguiendo el pertinente ejemplo de Antonio Caballero, toca insistir en las propuestas para lograr sacarlas adelante: que se mire la ciudad en tanto artefacto (objeto construido con cierta técnica para un determinado fin, DLE). Es decir, que se la diseñe con el propósito de que se pueda circular por ella con seguridad, comodidad, eficiencia y placer para ir a estudiar, al trabajo, las compras, los servicios de salud y a sus diversos sitios de recreación: cafeterías, restaurantes, bares, bailaderos, cines, teatros… propios de la vida en las ciudades como igualmente lo es sencillamente pasear por sus calles, avenidas, plazas, parques y zonas verdes pudiendo disfrutar del paisaje natural circundante.

Pero la realidad en Cali es que mucho se habla de lo que pasa en la ciudad, lo mismo y todos los días, y se señala de una que todos esos hechos los ocasionan las desigualdades económicas, sociales y políticas; pero muy poco se informa de en dónde es que todo eso pasa, pasando por alto que el hecho y las características del sitio están interrelacionados facilitando los hechos o incluso ocasionándolos en muchos casos como es el de los peatones muertos en las vías por carecer de andenes por donde caminar y sitios por donde cruzar con seguridad además de la debida educación cívica que los lleve a respetar a los otros y no acosarlos como ahora sucede junto con el impertinente ruido ajeno.

Si el plan vial fuera a la par con el de usos del suelo, ocupación de los lotes y densidades permitidas, la movilidad en la ciudad sería mejor; si no hubiera cruces viales mal diseñados y peor usados no habría esos ilegales “para policías de tránsito” como los que abundan por estos días; si no hubieran trancones debidos al mal diseño, demarcación y señalización vial, no se facilitarían los atracos a los carros; si las estaciones del MIO hubieran sido bien diseñadas y bien ubicadas no se las podría vandalizar tan fácilmente y, por supuesto, si el MIO fuera en verdad nuestro la gente lo defendería; y si el diseño de la ciudad fuera mejor, su disfrute lo sería aun mucho más.

En conclusión, si se hiciera el nuevo eje vial urbano y regional propuesto entre Yumbo y Jamundí, con el tren de cercanías, una autopista urbana y el actual par vial de la 25/26, ciclovías de verdad y amplios andenes junto con la alameda más larga del mundo punteada
por generadores eólicos, la movilidad en la ciudad y su área metropolitana (hay que insistir en que se oficialice) sería mucho mejor, junto con la correcta demarcación y señalización de las vías. Si se auspiciara la división de Cali en varias ciudades dentro de la ciudad formadas por los barrios tradicionales, y estos agrupados en supermanzanas, la vida en todas estas unidades urbanas sería más grata, fácil y segura.

Difundir estas propuestas junto con las pertinentes a lo económico, social y cultural, ayudaría a que la gente vote y no apenas se queje. Si organizaciones como la Sociedad de Arquitectos se ocupara más de la arquitectura de la ciudad podrían contribuir a que los ciudadanos y el gobierno la entendieran también como un artefacto, o si en la Sociedad de Mejoras Públicas se recordara que inicialmente se la entendía como la de las obras publicas y no se lo hubiera innecesariamente dejado de lado cuando pasó a ocuparse responsablemente de otros temas, como ha pasado con el nuevo eje urbano mencionado auspiciado por la SMP y en cuyo equipo de trabajo están varios de sus miembros.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d