Las ciudades son, con la lengua, las máximas creaciones del hombre, y el escenario de sus diferentes manifestaciones culturales (Lewis Mumford, La cultura de las ciudades,1938). Pero, como sucede en Colombia, en donde los habitantes del campo se han visto mucho más obligados a migrar a las ciudades, en las que al 2023 ya vive cerca del 75% de ellos, y por lo tanto la mayoría aún sin cultura urbana, la que no solo son los ritos, ceremonias y tradiciones que se llevan a cabo en los espacios urbanos públicos, si no y sobre todo el comportamiento de los habitantes en estos, y su relación cotidiana con sus vecinos inmediatos y los demás del barrio.
Por otro lado, hay que advertir que el gran crecimiento del turismo y sus inmediatas y elementales transculturaciones está acabando con las tradiciones, usos, empleos, gustos, artes, vestimentas, modos de vida y moral, propios de cada lugar; o ha llevado a que se los vulgarice para comerciar con ellos; o se los traslada a otros sitios, en los que son extraños o molestos; o que en algunas ciudades o sectores de estas el turismo masivo se haya vuelto invasivo. Pero, paradójicamente, sin mayor duda el turismo mucho ayuda en contra de los que aún quieren imponer sus respectivas creencias y prejuicios mostrándoles que hay otros.
Otra cosa es la bienvenida generalización de lo cosmopolita propiciada por viajes y visitas de muchos estudiosos, como las de los viajeros cultos, que no simples turistas, las que nutren sus respectivas culturas al tiempo que disfrutan con respeto de las otras. Trasladarse de un lugar a otro, generalmente distante, como define el DLE viajar, permite entender más y mejor el mundo y comportarse entonces como sus ciudadanos y no apenas sólo como los de una ciudad y pasar más sabroso allí, y colaborar con todos los otros de frente a las amenazas al mundo: la guerra nuclear, el cambio climático, y el mal uso de la Inteligencia Artificial, IA.
Y si bien cada vez hay muchísimos menos analfabetas y la educación y el bilingüismo se extienden, la calidad, pertinencia, cubrimiento y énfasis en lo cívico deja mucho que desear en muchos países, como es el caso de Colombia, en los que solo se busca una mejor instrucción pensando apenas en lo económico, pero poco se ocupan de la formación de sus nuevos habitantes, considerando que estos cada vez más vivirán en ciudades, y de ahí la necesidad de contar en ellas con urbanitas al tiempo que ciudadanos involucrados democráticamente en la política de sus ciudades y países; y que la educación sea un deber para ellos y no solo un derecho.
Entonces hay que pensar en cómo lograr que la educación se enfoque más en formar ciudadanos democráticos y respetuosos de los otros, siguiendo las ideas innovadoras de Maria Montessori(1870 -1952), educadora, médica, psiquiatra, filósofa, antropóloga, bióloga, psicóloga, feminista y humanista italiana, y las de Ovide Decroly (1871-1932), pedagogo, psicólogo, médico y docente belga; formación antes que instrucción insistía Don Agustín Nieto Caballero, fundador en 1914 del Gimnasio Moderno en Bogotá, que es justo lo necesario para una mejor cultura urbana y esta para mejores ciudades y mejores ciudadanos del mundo.
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