Ir al contenido principal

Tirón al Norte. 09.06.2005


Después de cuatro siglos en que Cali creció lentamente mediante ensanches sucesivos de su trazado fundacional, la privatización de su suelo urbano dejó su expansión acelerada del siglo XX a merced de la especulación inmobiliaria ante la incapacidad del Municipio para planificar su desarrollo físico. Primero fue al otro lado del Río con un parque con lago y el hipódromo y después un jalón al sur con el hospital, el estadio y un nuevo hipódromo. Recientemente fue un tirón grande con la nueva sede de la Universidad del Valle y la plaza de toros y ahora el turno es otra vez para el norte con el centro de convenciones. Como si la ciudad pudiera ser de caucho para beneficio de los que “donan” tierras para equipamientos urbanos, valorizando sus propiedades a su alrededor, pues los contribuyentes son los que pagan la infraestructura que hay que alargar hasta ellos, y después su transporte hasta allá. Mientras tanto el Centro y sus barrios aledaños están cada vez mas deteriorados llegándose a la sub utilización de amplios sectores de los mismos, e incluso a su total abandono.
Es la explosión en cámara lenta de la ciudad: el nuevo aeropuerto quedó mas cerca de Palmira que de Cali lo mismo que el nuevo estadio, la central de abastos se traslado a Candelaria, las universidades y colegios corrieron para Jamundí, o al menos llegando allá, lo mismo que los nuevos cementerios, y la zona industrial hace años se traslado a Yumbo. Lo único bien repartido por todos lados son los moteles. Pero en Cali ni siquiera se hace el menor intento de constituir un área metropolitana como la de Bogotá, Barranquilla e incluso Dosquebradas y Pereira, a la que tambien ha querido pertenecer Cartago buscando mejores servicios de salud. Y lo peor de todo es que importantes medidas para la ciudad se toman es en la capital, como desechar (miopemente) el tren ligero y entregarse de brazos abiertos solamente a los (innecesarios) buses articulados. Viendo un mapa se entiende que hoy en día la planificación de las ciudades en el valle del Rió Cauca debería ser primero que todo concentrarlas y desarrollarlas de acuerdo con su posición en el territorio, pero desde luego esto es muy difícil en nuestro capitalismo salvaje actual.
Mientras que en todas partes hace décadas se valorizan y crecen los centros urbanos, disminuyendo los costos y tiempos del transporte, y privilegiando peatones y ciclistas, en Cali hacemos todo lo contrario. Como cuando con orgullo pueblerino inauguramos hace 30 años los cruces a dos niéveles del Club Colombia y la Licorera, mientras que en Madrid comenzaban a recuperar el espacio urbano para los ciudadanos demoliendo el viaducto enfrente de la Estación de Atocha y reemplazándolo por un paso subterráneo, propósito que aun continua allí y en muchas otras ciudades decentes. Lo paradójico es que finalmente aquí también se va a demoler al menos alguno de esos feos puentes, pero no para beneficio de los transeúntes y ciclistas ni en busca de una nueva imagen bella para la ciudad, sino a propósito del MIO, que por lo visto no cabe bien por ninguna parte pese a que los buses articulados se desarrollaron precisamente para que circularan por calles estrechas como las del centro histórico de Quito, por ejemplo. ¿Será que como esta ciudad es como de caucho creemos que se puede voltear impunemente al revés?


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...