En todas partes los años
se ponen sin punto y en la mayoría de los paises en que se habla español se
usa, para indicar el decimal, una coma. Pero creer
que si se escribe que en 1809 Cali tenia 7.546 habitantes, se pueda entender el
punto de dicha cifra como el punto decimal que usan en Estados Unidos y México
(tan cerca de USA…ya se sabe) es una tontería: ninguna ciudad, ni siquiera Cali
pudo haber tenido alguna vez siete habitantes y medio, o un poquitico mas para
ser precisos, aunque aquí muchas cosas pueden llegar a ser sólo juegos de
palabras.
Pero es lo que (no) piensan los que
dicen que por eso no hay que poner el punto para separar los miles. Mas si se
tratara de no confundir, entonces por que no escribir, por ejemplo, que para 1843 se había producido en Cali una
recuperación demográfica al ascender de los 6345 habitantes de 1830 a 10376
llegando a 11848 en 1843 y a casi 3000000 hoy. Aparte del vertiginoso crecimiento de la
ciudad sería evidente
nuestra tendencia a las confusiones, la que se
niega, igual que se oculta que las guerras hay que terminarlas para
poder hacer la paz.
Desde luego es mas claro
decir que en 1787, a finales de la Colonia, en Cali apenas había
5.690 vecinos. Que para 1809 ya tenia 7.546 pero que en 1830, al final de la
Independencia, sólo contaba con 6.345 habitantes. Los que para 1843 pasaron a 10.376,
llegando a 11.848 en 1851. Los que para 1912 ya eran 27.747 y en 1918, ya entrado el siglo XX, 45.525,
y unos 300.000 a mediados del siglo. Y que hoy Cali tiene bastante mas de
2.250.000, junto con las muchas confusiones que este acelerado crecimiento
demográfico ha significado para la ciudad
Por ejemplo, se confunde en los
Planes de Ordenamiento Territorial, que organizar una ciudad, no es sólo
definir el uso del suelo, y menos dejando de lado que aquí es propiedad
privada. En fin, se confunde lo que pasa en ella con el artefacto complejo y de
cuatro dimensiones que es. Es un tema confuso para los ciudadanos, como para
sus concejales, alcaldes y validos, que por supuesto sí saben que escribir que
en el 2.013 se celebraron los World Games y que se pagaron con los $5000000000
recobrados por taquilla es un error.
Confundir es mezclar,
fundir cosas diversas, como puntos y comas, de manera que no se puedan
distinguir. Pero también es perturbarlas o desordenarlas de manera que no se
acierte a explicarlas y, en últimas, equivocarlas para convencer. De ahí la
necesidad de decidirse, en una convención internacional, por la coma, o el
punto, para separar los decimales a su derecha, y, lo contrario, o un espacio,
para indicar los miles y millones a la izquierda. Parece tan fácil como
decidirlo a cara o sello, si no fuera por las costumbres y el poder del poder.
No es sólo la facultad y
jurisdicción para mandar o ejecutar algo, sino la capacidad de afectar las
tradiciones de otros, cosa muy distinta a la transculturación, que es la recepción de formas
de otras culturas, que sustituyen de un modo más o menos completo a las
propias. Por eso algunos dicen que se le ponga punto a 1.000 y otros dictaminan
que no faltaría el que crea que $1.000 es apenas un peso, y que es mejor decir,
no sin razón, que Cali se acerca 3 000 000,
contando su población flotante. Pero poner 1000 al tiempo que 10.000 y no 10
000 si es confuso.
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