Como lo explica el ex alcalde Enrique Peñalosa, hacer mas infraestructura vial sólo destinada a los carros particulares estimula su uso y no lo contrario, y es promovida por los constructores de vías y los que negocian con el suelo urbano para su único beneficio (El País, 25/08/2010). Desde que lo señaló hace 50 años Jane Jacobs en su libro Vida y muerte de las grandes ciudades se lo ha comprobado en muchas partes. Y por supuesto tiene toda la razón en que lo que Cali necesita es ampliar y regularizar los andenes y sacar los carros de los muy precarios que tiene actualmente y que usan como estacionamiento “privado”. Necesidad que se ha advertido repetidamente en esta columna desde hace mas de 10 años, proponiendo, además, que se los haga por valorización. Ojala a él si le paren bolas.
Mientras que en otros países se restringe cada vez mas el uso del carro particular en Colombia su venta aumenta, y es aplaudida por muchos pese a que es el medio de transporte mas ineficiente y contaminante que existe. Aquí es un símbolo de prestigio y por eso se venden carros muy grandes (y negros) pese a que serán usados casi siempre sólo por su conductor. No nos importa que no sea sostenible tener que mover más de 1.000 kilos, gastando gasolina, para llevar una persona que pesa menos de 100, y ocupar mas de 10 M2 en las vías, cuando ocuparía menos de uno en cualquier transporte colectivo, y que si es eficiente llegaría mas rápido y podría mirar la ciudad y la gente y no precisaría buscar un estacionamiento. De ahí la gran importancia del MIO y lo preocupante de su deficiente diseño y manejo.
En lo que se equivoca Peñalosa es en criticar la Autopista del Bicentenario pues no tiene en cuenta que le quitaría carros al Centro ya que permitiría cruzar la ciudad de lado a lado sin pasar por la Avenida Colombia. Pero tendría que ir de Yumbo a Jamundí y no interferir con el Tren de cercanías, cuya urgencia si que es manifiesta. Y no sería una nueva barrera urbana que divida a Cali en dos pues ya existe con el corredor férreo desde que la ciudad se pasó hace años al otro lado. Por lo contrario, correctamente diseñada, permitiría eliminarla en parte, pasando las avenidas transversales, junto con sus andenes y comercio, por encima o por debajo, según cada caso, como también se ha sugerido aquí. Y desde luego no puede ir a cielo abierto por el frente de la Estación, bien patrimonial de la ciudad.
La autopista reduciría el transito intersectorial de la Avenida Colombia, por lo que es imprescindible para la construcción del paso subterráneo propuesto, con seguridad muy demorada. Sin ella la obra colapsará el transito del Centro afectando el de la ciudad pues no hay otra vía por donde desviarlo eficientemente. Y es un grave error eliminar totalmente la circulación de carros por ella y convertirla en una serie de “plazoletas” que sin transito ni comercio (a lo largo de los ríos no suele prosperar) serian desoladas e invadidas por indigentes, como lo están por vendedores los estrechos andenes del Centro, pues el solo paso del MIO no bastaría. Es una grave equivocación insistir en convertir los alrededores del CAM en un mar de plazoletas, por lo demás sobre diseñadas como se puede ver en lo poco que han mostrado.
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