Las áreas urbanas representan el 2% de la superficie
terrestre, pero albergan a más del 50% de los 7.200 millones de sus habitantes
y consumen el 75% de los recursos producidos por la economía mundial. Uno de
los desafíos del “siglo de las ciudades” es el agudo impacto en las áreas rurales
por una sobre demanda de producción agropecuaria para abastecerlas (A. L. Lamia, BID, 26/O1/ 2015).
Pero además de un
urgente control de la natalidad, son precisas ciudades sostenibles, cuyos
edificios consuman menos agua y energía. Por eso en el valle del rio Cauca hay
que volver al ejemplo de la arquitectura tradicional de las casas de haciendas que
tenían en cuenta el entorno y el paso del Sol y propiciaban la ventilación
cruzada. Y convertir las cubiertas planas en azoteas con huertas caseras y regarlas con el agua de la
lluvia.
Como dice el presidente de la
Asociación Nacional para la Arquitectura Sostenible, de España, Luis de
Garrido, se han hecho "auténticas barbaridades" en nombre de los
postulados racionalistas de la arquitectura moderna, los que "son tan
impactantes visualmente como impactantes resultan para el medioambiente",
y dañan además la salud de las personas (Pilar
González (Efe) | Madrid, 13/09/2013/13:33).
Llegando al extremo del rascacielos
londinense conocido como Walkie Talkie, del arquitecto uruguayo Rafael
Viñoly, que "derritió" en meses pasados un
automóvil estacionado cerca porque su fachada acristalada crea un horno solar,
lo que fue noticia. No como en Cali en
donde a nadie le importa el reflejo de los ventanales del alto edificio vecino
del Banco de Occidente sobre el bello y bioclimático conjunto de La Merced.
Y la arquitecto (con “o” indica la
Academia) Paloma Sobrini, ex decana del Colegio de Arquitectos de Madrid,
apunta al buen diseño para lograr edificios sostenibles y eficientes
energéticamente, pues se ha olvidado "en medio de una locura creativa
separada de la realidad". Y educar a la sociedad para que entienda la
importancia de este concepto y exija a la hora de comprar su vivienda un sello
de garantía energética.
Pero como lo afirma Luis de Garrido
hay que evitar los falsos postulados de ecología y sostenibilidad bajo los que
se publicitan muchos edificios, olímpicamente llamándolos “verdes”. Por
ejemplo, esos que se adornan con jardines verticales, tan de moda, pero que
nada les dicen a sus ingenuos compradores del "derroche" de agua que
precisan para mantenerlos verdes, cuando se riegan con agua potable, por cuya
carencia muere gente en el país.
De otro lado hay que dar prioridad a un sistema integrado de transporte
multimodal, y no considerar los carros el principal modo de movilidad de las
personas, como quisieran los “autoadictos”, y por lo contrario propiciar el uso
de bicicletas y andenes, para lo cual
hay que primero mejorarlos pues antes se caminaba por las calzadas como aun hoy
en los pueblos…y en Cali, pues aquí tampoco los hay amplios, cómodos y seguros.
Y preguntarse con
Françoise-Hélène Jourda (Pequeño manual
del proyecto sostenible, 2009) que otros usos se les podrán dar a los
garajes pues, las necesidades de estacionamiento serán muy diferentes en un
futuro no tan lejano, ya que los carros serán menos, y mas pequeños. Tanto que
por ahora no se podrían usar en Cali por las troneras tan frecuentes en sus
calles.
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