Ir al contenido principal

De interés cultural. 30.11.2017


          Es probable que la intervención en La Sagrada Familia, tradicional colegio de Cali, frente al parque del barrio El Peñón, sea el caso mas comentado en la ciudad respecto al importante tema de la arquitectura de los edificios que integran su imagen colectiva. Han salido noticias al respecto en El País, El Tiempo, El Espectador, Semana y Caliscribe.Com, algunas muy destacadas, y varios columnista han opinado. María Elvira Bonilla (Las trampas de la Sagrada Familia, 26/10/2017), Paola Gómez (El tumor de El Peñón, 09/11/2017), Aura Lucia Mera (Árbol que nace torcido…, 03/11/2017), Beatriz López (Conciliación, 24/11/2017), y antes varias veces en esta columna, lo que costó una tutela.
          La imagen de una ciudad, en la que predomina el sentido de la vista, se relaciona con contextos que se vinculan con recuerdos y experiencias, que son parte básica de la cultura urbana, y de ahí que esta sea parcial y distorsionada por la percepción de cada cual. Pero también es fuente de informaciones concretas, lo que lleva a que uno de los factores definitorios de la calidad visual de una ciudad sea la “legibilidad” de su espacio urbano público, ya que la estructuración e identificación del entorno urbano es fundamental para la satisfactoria actividad de la población, y por tanto para su calidad de vida, no siendo así un simple problema de gustos o pareceres, los que además no son subjetivos.
          Los habitantes de una ciudad, para circular y realizar sus actividades cotidianas necesitan apoyarse en referencias (edificios emblemáticos, parques, plazas, o diseños urbanos legibles), lo que da sensación de seguridad, al permitirles situarse de inmediato en la trama urbana, facilitando su movilidad y dando una sensación de seguridad. La imagen urbana según Kevin Lynch (La imagen de la ciudad, 1960) se conforma por medio de la identidad, estructura y significado, y por eso interesa la imagen colectiva y los puntos coincidentes de los distintos grupos sociales que conforman una ciudad, facilitándoles una mejor convivencia en ella, incluyendo mas seguridad en sus recorridos.
          Considerando lo dicho hasta aquí respecto a la importancia de la imagen colectiva en una ciudad, y pese a que a primera vista parecería que lo más indicado sería que La Sagrada Familia no se quede como otro elefante blanco para la ciudad, el cambio diametral a lo inicialmente propuesto, en tamaño, uso y altura, sería ineludiblemente negativo para el parque, el barrio y Cali. Y no solamente por el repentino aumento del tránsito y estacionamiento de carros y, especialmente, de taxis, que generaría, pues lamentablemente en Cali no se les exige a los centros comerciales sitios propios para la espera de taxis, y estos lo hacen ocupando las calles enfrente de ellos y obstaculizando el tránsito.
          Pero igualmente está el debido respeto a las leyes, normas y procedimientos, sobre todo tratándose de un bien de interés cultural, BIC, de la ciudad, lo que en Colombia significa que es “un bien material mueble o inmueble al que se le atribuye un especial interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico en diversos ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario entre otros” (subrayados del autor), reglamentado por las leyes 1185 de 2008 y 397 de 1997. Y de ahí que la única conciliación ética sea volver al proyecto inicial: un hotel boutique y locales comerciales en el primer piso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d