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Movilidad en Cali. 21.02.2019


  Para principiar, y como ya se ha mencionado en esta columna, el plan vial es parte, con el de usos del suelo, de un único plan urbano, y por tanto no se puede pensar por separado. Además implica al menos cinco partes: un plan director a largo plazo que incluye vías diversas para vehículos distintos (trenes, buses, carros, motos, bicicletas), y andenes para peatones también variados (normales, ciegos, discapacitados, niños, jóvenes, adultos, viejos, hombres y mujeres); la adecuación por etapas a dicho plan de lo existente; los cambios locales no contradictorios con el plan director; una nueva señalización y demarcación; y la educación continuada de peatones, automovilistas, motociclistas y ciclistas.

  Y desde luego lo importante es que todos esos asuntos diversos sean considerados con una visión transdisciplinar, lo que implica un equipo ídem, y sean tenidos en cuenta, mejorados, reemplazados o suprimidos según sea el caso, pero no ignorados de entrada. Desconocer la historia de las ciudades y la importancia que en ellas han tenido las calles como lugar inevitable del encuentro de los ciudadanos es lo que ha conducido a la mala movilidad en Cali, pues las obras que se han hecho en aras a mejorarla, como las que no, son producto de una visión miope, que en términos generales ve sólo carros, o por lo contrario sólo peatones.

  De ahí la importancia del nuevo eje urbano para la ciudad y su región propuesto por un pequeño grupo de profesionales pero con experiencia en el tema, apoyados por la Sociedad de Mejoras Publicas, a partir del corredor urbano conformado por el par vial de las calles 25 y 26, a lo largo de la línea férrea, y desde Yumbo a Jamundí, integrando en una sola propuesta los diferentes proyectos que se han hecho para el mismo, y sumando algunos nuevos. Al considerar todo lo dicho arriba, bien podría ser la base del plan urbano a largo plazo que Cali urge ante su continuado crecimiento y extensión, especialmente las centralidades peatonales propuestas y su unión por dicho corredor vial que seria multimodal.

  Centralidades peatonales que ya se han ido formando espontáneamente y que lo que habría que hacer es identificarlas para sumarlas a las ya encontradas en la propuesta mencionada para un nuevo eje urbano, y estimularlas, si es del caso, para que puedan ser factores determinantes para el plan director propuesto. Comenzando por recuperar el centro tradicional de la ciudad, y ampliarlo vinculándolo mejor con sus tradicionales ensanches como lo son San Antonio, San Nicolás, El Hoyo, El Piloto o San Pascual, por ejemplo. Podrían ser las nuevas localidades de que habla la reciente disposición de Distrito Especial que ya tiene Cali.

  Con todo lo anterior en mente, por supuesto que se podrían adelantar no pocos proyectos puntuales que mejorarían la movilidad en la ciudad. Como ampliar los estrechísimos andenes de San Antonio para que la gente pueda caminar por ellos en lugar de hacerlo por las calzadas interfiriendo con la circulación de los carros, como el que ya no se puedan estacionar en ellas y solo detenerse por un momento, lo que además permitiría ver el barrio. Y como esto no les interesará a los que no viven en Cali sino en su lejano sur, el que se demarquen bien y técnicamente los carriles de las vías de doble calzada actuales mejoraría mucho el tránsito vehicular por ellas.

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