Ir al contenido principal

¿Navidad sostenible? 17.12.2009

La de este año de nuevo  es reflejo de una ciudad producto de una cultura heterogénea, como suelen ser las latinoamericanas (N. García Canclini, Culturas híbridas / Estrategias para entrar y salir de la modernidad, 1990). Una ciudad que cuando apenas lo estaba siendo se pobló y extendió aceleradamente, en menos de un siglo, con gentes recién llegadas a lo urbano y lo moderno, y últimamente penetradas por lo mafioso, originado en la inútil, violenta, corruptora y costosa prohibición de (sólo) algunas drogas cuya adicción debería por lo contrario ser des criminalizada, como en todo el mundo (The Economist 14/11/2009), y tratada como un problema de salud pública. En consecuencia, el alumbrado navideño, la feria y los toros, de distinta naturaleza y origen, igualmente son producto de esa misma evolución.
La fiesta brava llegó con Belalcázar y los toros no mucho después (G. Arboleda, Historia de Cali, 1956). La Plaza Mayor ocasionalmente se cerraba con guadua para que jinetes quebraran cañas y corrieran novillos mestizos pero bravos para celebrar coronaciones de reyes y nacimientos de infantes, festejar santos patrones y agasajar presidentes y obispos, pues mientras en España se prohibían las corridas, en las colonias de ultramar revivían, e incluso los indígenas llegaron a desarrollar formas particulares de lidia, y fue una fiesta integradora en la que cada uno demostraba el lugar que ocupaba en la sociedad (P, Rodríguez, Los toros en la colonia, 1995). Pero aquí cada año se identifica menos con la ciudad actual, y viceversa, y los verdaderos aficionados disminuyen al tiempo que los antitaurinos aumentan.
          Por su parte la Feria, en una región todavía sin música propia, se ve ante la incongruencia de que dizque siendo Cali la “capital mundial de la salsa” la tenga que tomar prestada del Caribe, y que sus festivales de música lo sean de la del Pacifico, sin duda muy bella, que a su vez viene del África negra y la Europa no blanca sino mora. Y aunque hoy se la identifica demagógicamente con la cada vez más numerosa población local originaria del Choco y el Pacífico vallecaucano y caucano, no pasa de ser, igual que los toros, una (nueva) tradición mas de una ciudad multicultural, como lo son por supuesto las de verdad, pero en la que todavía se confunde el volumen con la música y el escándalo con la alegría, por lo que aún no logra serlo del todo pese a lo mucho y muy diversamente poblada que ya está.
Y ahora nos quieren identificar es con el populismo, mal gusto, exageración, despilfarro y contaminación lumínica de un costosísimo alumbrado nada navideño. Lejos nuestros dirigentes de entender lo que se busca en Copenhague y la necesidad de arte, tradición y conocimiento de lo urbano en sus intervenciones en la ciudad, presos de una modernidad torpe y obsoleta y un progreso que no lo es. Como decía Ortega y Gasset a las puertas del fascismo (aquí lo estamos es del caudillismo), "Lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone donde quiera” (La rebelión de las masas, 1929). Los muchos caleños que pasean con cada vez mas orden y sana alegría por el alumbrado, merecen algo distinto y nuestro río también.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d