Como dice Mauricio Carvajal, se usará
mas el transporte público cuando sea eficaz, mientras, como señala Darío
Hidalgo, el “pico y placa” propicia la compra por los ricos de mas carros y que
la clase media use mas taxis o motos, y pagar para esquivarlo sólo funcionaría
en sectores controlables advierte William Vallejo (El País 15 y 16 /03/2016),
que además ya son objeto de fotomultas, pues otra cosa es el cobro por
congestión que sugiere Luis Hernán Ocampo (Caliescribe.com 25/06/2016). Solo
quedaría el mal
ejemplo de “comprar” la Ley creyendo ayudar al MIO con plata
al tiempo que se le quitan pasajeros
La
movilidad en la ciudad solo mejora con varias medidas simultaneas derivadas de
un auténtico POT, pues la circulación de carros particulares es apenas un
aspecto, y si lo que se busca es desestimularlos pues que mejor que los
trancones. Ya en 1941 Sigfried Giedion veía la autopista como el agente
principal de expansión de la ciudad, que llevó al concepto de Central Business District con el resultado de que “los centros Rio de Janeiro, Bogotá o Caracas
están faltos de vida salvo en horas laborables [y] son peligrosos el resto de
tiempo” (Manuel Herce: El negocio del
territorio, 2013, pp. 282 y 284).
Como en
Cali, cuyo Centro Histórico está de día invadido por carros y vendedores que
ocupan sus estrechos andenes, y de noche desocupado y peligroso pero con sus
monumentos iluminados, despilfarrando energía, que nadie ve pues ni el bus
turístico pasa por su frente. Hacen falta grandes estacionamientos públicos,
uno por costado, y por supuesto pagar para entrar en carro. Que la gente camine
unas cuadras y que ojala regresen los que emigraron al Sur huyendo de la
ciudad, que buscando el cielo cayeron en el purgatorio y si se quedan allí
terminarán en el infierno del suburbio.
Ya
existe el de la Plazoleta Jairo Varela, y está propuesto uno debajo de la Plaza
de San Francisco en el Plan de renovación urbana del Centro de Cali, 2003, y otro debajo de las calles que
rodean la Plaza de Caicedo, que completarían el esquema para un Centro con
prioridad para los peatones, regularizando en sus calles los carriles posibles
a todo su largo y dando lo que sobre a los andenes y arborizándolos, y
destinando áreas cubiertas para los vendedores en algunos de los lotes de los
actuales parqueaderos en demoliciones sin permiso, los que habría que
expropiar.
Finalmente lo que se necesita es un
POT que después de definir usos y densidades del suelo establezca un Plan Vial
y las normas que lo acompañan, comenzando por su Centro Histórico. Que se
consulte no sólo a los expertos en temas puntuales sino también a los
conocedores del asunto mucho mas amplio y complejo que son las ciudades, escenario de la cultura, como dijo Lewis
Mumford y con la lengua la creación mas importante del hombre (La cultura de las ciudades, 1938). En
ellas el espacio urbano y el cultural, social, político y ambiental son
inseparables.
En la
Sociedad de Mejoras Públicas hay un comité al respecto, la Sociedad de
Arquitectos algo tendría que decir, y los tres programas de arquitectura que
existen en las universidades de la ciudad cuentan con profesores de urbanismo
que tendrían mucho que enseñarles a unas autoridades sin mayor autoridad,
experiencia y experticia al respecto. Comenzando por que esta ciudad ya no es
semicircular y pequeña como hace medio siglo sino muy grande y longitudinal, de
Yumbo a Jamundí, y con un amplio corredor férreo casi recto y a nivel justo al
medio.
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