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Precisiones. 23.06.2016


          En la sentencia 172 del Juzgado Doce Civil Municipal de Oralidad de Cali, del 15/06/2016, se resuelve, primero, “NEGAR la acción de tutela […] con relación a los derechos  fundamentales,  a la propiedad privada, al trabajo y a la libre empresa”, solicitada en contra del autor de esta columna por lo escrito sobre las obras adelantadas en el colegio de La Sagrada Familia en el parque de El Peñón, y, segundo, “CONCEDER la acción de tutela” ordenando que “dentro de las (48) horas siguientes a la notificación” se precisen las afirmaciones hechas al respecto. Sin embargo y considerando que esta columna es semanal, y la comprensible imposibilidad de lograr justo al día siguiente el espacio pedido, y haber solicitado al Juzgado un mayor plazo, sólo se pueden publicar hoy. Dichas precisiones son:
Al proyecto sobre el cual conceptuó el Comité Municipal de Patrimonio (una entidad solo consultora y ad honorem) y en el que participe hace ya varios años, y aprobado por la Subdirección de Ordenamiento Urbanístico, se le han hecho posteriormente importantes modificaciones como se puede comprobar comparando las imágenes con que se promociona el proyecto (https://www.google.es/#q=la+sagrada+familia+cali) y lo que ya se puede ver del mismo en el sitio.
En mis columnas en El País y Caliescribe.com, escritas sobre el tema, solo comento lo informado por El País los días 12, 14, 17 y 19 de Mayo del presente año, y El Tiempo el 17 de mismo mes. Si su información falta a la verdad en algún aspecto, sería el primero en hacer la aclaración pertinente.
También señalaba el incumplimiento de las normas existentes respecto a las intervenciones a los bienes inmuebles de carácter patrimonial y otras irregularidades respecto a la práctica de la restauración que se han cometido, como lo puede corroborar el comité técnico del Concejo Departamental de Patrimonio Cultural del Valle del Cauca o cualquier arquitecto restaurador profesional.
Igualmente reclamaba la falta de control por parte de las Autoridades respecto a la debida protección del Patrimonio Construido en Cali, hecho sobre el cual se ha informado bastante en días pasados y que cualquiera puede comprobar recorriendo el Centro o San Antonio en donde las demoliciones sin permiso para hacer parqueaderos continúan.
Además me refiero a los cambios en la fachada del colegio, los que se pueden verificar con las fotografías existentes a lo largo de la obra, tomadas por los vecinos, como con las imágenes usadas en la promoción. Al respecto ya hice un par de precisiones pertinentes en El País (http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/benjamin-barney-caldas/patrimonio-y-opinion).
          Con relación a lo dicho sobre los inconvenientes causados a los vecinos, se pueden constatar con sus numerosas cartas a la Secretaría de Planeación durante los varios años que lleva la obra, la que además abarca toda una manzana junto a uno de los mas activos parque de barrio de la ciudad.
Finalmente, en ninguno de mis escritos me refiero a los gestores del proyecto ni a este mismo, sino que opino sobre cómo se adelantan las intervenciones en los Bienes de Interés Cultural de Cali, BIC, asunto que considero que debe ser del interés de todos los caleños, pues son fundamentales para su memoria colectiva de la ciudad, y esta para su mejor convivencia.

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