Ir al contenido principal

¿Por qué justo allí? 23.10.2008

La única razón dada para convertir el Parque del acueducto en el Parque del agua es que es un símbolo de la ciudad y que allí estuvo su primer acueducto (El País 19/10/2008). Pero justamente por eso habría que conservarlo tal cual, y por lo demás el que abasteció las pilas públicas data de 1778, y solo en 1916 se inicio uno a presión anterior al actual (A. Gómez y otros: Historia de Cali  (1536-1986), 1986). Y por esto seria preferible hacerlo al lado del Río Cali, de donde se ha tomado el agua desde su fundación. Entre el Zoológico y el Jardín Botánico estaría cerca a esas primeras bocatomas, formaría claramente parte del Corredor Cultural y Ambiental del Río Cali, y concientizaría a los ciudadanos no apenas de la importancia de cuidar el agua si no los ríos.
          Y por supuesto la Cámara de Comercio podría seguir  con su loable iniciativa de darle cuidados especiales a los 1.396 árboles que lo necesitan en el Parque del acueducto, y sembrar otros 1.530, mejorando ambientalmente lo que este ‘pulmón’ representa para el centro de la ciudad, como ellos lo reconocen. Igualmente Emcali debería retirar la sub estación eléctrica, pasando las líneas de alta tensión por debajo del parque como propone la Cámara pero enterrando también la que va a lo largo de la Carrera Sexta, que no pasa al lado de las viviendas sino encima. Y la Alcaldía podría continuar con sus medidas para proporcionar mayor seguridad a todo el sector, las que anuncia periódicamente a sus habitantes, y así, junto un mejor mantenimiento del parque, favorecer su mayor uso.
          Lo que no es aceptable es que el símbolo, los árboles, el “pulmón”, la subestación eléctrica y la seguridad solo interese si el proyecto se hace en el Parque del acueducto. Ni que se cambie su imagen, función y uso,  y afecten sus barrios vecinos y su riqueza natural y biodiversidad, pues según la CVC existen allí más de 65 especies de aves y 80 de árboles. Ni tampoco que se lo mutile, quitándole las partes necesarias para sus objetivos didácticos y dejando solo los restaurantes, para que se pueda hacer allí. Y menos aun que el Alcalde, responsable de hacer cumplir leyes y normas en la ciudad, ignore que prohíben intervenir ese Jardín Histórico tal como pretende la Cámara, ni tampoco que permita su privatización, ni que no entienda el por que del debate a algo que considera esencial para la ciudad.
No sumar un parque a otro si no restarlo y dejarlo incompleto no es un comportamiento nuevo en Cali. Basta ver el Club San Fernando o el tren ligero, que ya no se podrá sumar al Mio en un futuro. Insistir en sustituir el Parque del acueducto en contra de la ley es solo para aprovechar un lugar emblemático y una buena iniciativa para legitimar un nuevo símbolo urbano. Pero lamentablemente no es como los arrayanes que Nariño sembró en la Plaza Mayor de Santa Fe, imitando a los revolucionarios franceses que remplazaron con árboles las estatuas de los reyes, pese a que aquí no la había pues los monumentos estaban prohibidos en las colonias. Pero terminar cambiando su nombre por el de Parque del Agua de la Cámara de Comercio de Cali si seria como el trueque del de la Plaza de la Constitución por el de Parque de Caicedo, que al menos era un prócer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

‘La mansión’. 01.07.2020

Los ‘tiempos gloriosos’ de la casa solariega de la aristocrática familia Von Dranitz en el Este de Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, es como Anne Jacobs subtitula a propósito su novela de 2017, pese a que se desarrolla mucho más en los que no lo fueron para nada durante la guerra y después hasta la reunificación de Alemania en 1989. Largos y diferentes tiempos que sin embargo recuerdan siempre ‘La arquitectura del poder’ (como titula Deyan Sudjic su libro de 2005 sobre este tema) comenzando por la portada de la edición en español de ‘La mansión’ que sin querer queriendo muestra un palacete como símbolo de una heredad en lugar de una gran casa señorial en el campo. Además uno de sus personajes, el joven Kacpar Woronsky, es el retrato de la apasionada relación de todo arquitecto que lo sea de verdad con su oficio/arte y sus clientes/mecenas. Hacia “planos, vistas laterales, la perspectiva delantera de un edificio ultramoderno [y] sus ideas eran originales, a veces alocadas, pe...