Después de muchos meses cerrada, sin
que nos hubiera importado mucho, la calzada al sur de la Circunvalación
finalmente está abierta. La última vez al menos no aseguraron de nuevo que iba
a ser dada al servicio para la feria, lo que por primera vez si aconteció. Ya
estuvo antes interrumpida varias veces, en cada invierno, mas nunca tanto. Como
se advirtió en esta columna hace mas de seis años (La montaña rusa,
27/09/2001), cuando aun era tiempo de terminar lo que no se hizo con el afán de
su inauguración, no solo no estuvo bien planificada sino que su diseño no es
bueno, su trazado final peligroso, su construcción chapucera, su mantenimiento
es a posteriori y de a poquitos, como se suele hacer aquí, y sus nuevos
“policías acostados” simplemente son estúpidos. Con tantos “regulares” no puede
evitar ser definitivamente mala.
Desde luego los
derrumbes eran previsibles pero, claro, la culpa se le echamos sistemáticamente
a la lluvia, como si no lloviera aquí desde antes de que se fundara la ciudad.
¿Será por eso, y no por desidia, que permanece
aun un pasacalle informando que solo hay un carril abierto? Se cumple de nuevo aquello de que la
geografía determina en buena parte la historia, como lo demostró Fernand
Braudel (El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe
II,1981), y tal vez en la América andina mas que en otras partes. Es el caso evidente
de Colombia (David Bushnell: Colombia una nación a pesar de sí misma,1996), el
Valle y por supuesto Cali, que hace de todo como para no ser la maravillosa
ciudad que aun podría ser de nuevo.
En nuestra extraña
cultura, el prever no se ve como una verdad conveniente. Es mal considerado.
Preferimos descalificar o ignorar al que lo hace como antes se mataba al
portador de malas noticias. Y los que ignoran en su momento a los que advierten
algo, después los acusan de no haber dicho nada. Prever se asocia a lo
pesimista y a la critica negativa, como si alguna lo fuera (a la larga todas
son positivas, ya sea sean acertadas, lo que permite corregir, o falsas, lo que
facilita avanzar con seguridad). Por lo contrario lo que si es negativo es
rechazar la critica y, peor, no practicarla, o no aprender de los propios
errores. Criticando no se construye ciudad pero si ciudadanos que no permiten
que se construya mal. Que votan bien pues no son victimas del factor “I”.
Esa fatal combinación
de ignorancia con irresponsabilidad, de indolencia con intereses creados, de incapacidad con
improvisación, de inconclusión con inauguración, de imagen con irrealidad y de
irracionalidad con (buenas) intenciones. Es lo que mantiene a la Petar sin
terminar, el “basuro” sin reemplazo y cerrada periódicamente la Circunvalación.
Lo que amenaza al Mio (aunque muchos prefieren no verlo), y, en ultimas, lo que
explica porque se podrá poner nuevamente un carro-bomba al lado de la Policía.
Es la inconsecuencia de los que nos invitaron a elegir todos unidos un alcalde
“bueno” como si los anteriores no los hubiera elegido la mayoría. Primero hay
que tener mejores ciudadanos-electores para lo cual es necesario educarlos
mediante la critica a su ciudad y no con la descalificación personal de los
candidatos a la alcaldía, como pasó de nuevo.
Muy bueno, pertinente y oportuno su texto Conclusiones
ResponderEliminarBenjamin Barney Caldas, Caliescribe.com, 30/11/2019 https://caliescribe.com/es/30112019-2359/opinion/18094-opinion/conclusiones . Gracias. En la misma onda, le compartimos: CRISIS DE UN MODELO CRUEL
Por Fernando Cruz Kronfly ( 1 ). Monte de los Capuchinos, 29 nov. 2019. 10:49 TEXTO COMPLETO, en:
https://ntc-documentos.blogspot.com/2019_11_29_archive.html
Y en
https://drive.google.com/file/d/1_Lsq0zjnuubnXa_Z7o-pzV_FvfF4Br_e/view