El Sr. Alberto Furman afirma (Respuesta a columnistas, El País, 26/12/2010), refiriéndose a la columna “El cambio” (23/12/2010), que “Lo pasado pasó”. Verdad de a puño pero que no es el caso de los edificios que construidos en el pasado aun presentes en las ciudades y que además son claves para su futuro, que era a lo que se refería la mentada columna. Y desde luego, como él dice, el problema no es que sean bonitos o no, pero si que formen parte o no de la memoria colectiva de los ciudadanos. El Capitolio Nacional, ya casi con siglo y medio a cuestas, es para la mayoría en Colombia el símbolo de la nación, independientemente de que a muchos les parezca bello, que es muy diferente a bonito, y que algunos lo consideremos uno de los mejores edificios del país. Caso contrario es el de La Ermita, que apenas nos parece bonita a muchos y sin duda es muy discutible su anacrónico “gótico”, pero que es símbolo indiscutible de Cali y por eso un bien de interés cultural que todos...