La tradición colonial de Cali es la islámica de manzanas, casas de patios y solares, calles paramentadas, soco y mezquitas -su único gran espacio urbano público-, propia de una sociedad teocrática. Aquí, como en Quito y Lima, hubo un foco mudéjar que nos dejó nada menos que nuestra Torre. Pero décadas después de la Independencia su Plaza Mayor se volvió el Parque de Caicedo, siguiendo a la capital que ya había seguido al París revolucionario. Y a principios del XX, con la construcción del Acueducto de San Antonio, se hizo un parque grande, a la inglesa, de prado, árboles, senderos y alguna fuente, similar por su topografía y relación con la ciudad al Common de Boston. Pero en nuestros pueblos permaneció el urbanismo colonial y se sumo el hacha de la colonización antioqueña, y por eso algunos lo ven, pese a estar bien cuidado por Carrefour y usado por muchos, como un terreno ocioso, sub utilizado o abandonado, ideal para construir algo, o no entienden que su vegetación, fa...